Blogia
Actualízate: I+D

EL PELIGRO DE LAS NEGRITAS

Desde aquí os aviso del peligro que tienen las negritas, para las mentes necias. ¿A qué me refiero?

Pues está claro, en este mundo internauta en el que muchos trabajamos, es de uso común el correo electrónico (gran amigo y potenciador de la comunicación). El caso es que si os fijáis en los mensajes que se intercambian por mail, en la mayor parte de las ocasiones no se cuida en absoluto la forma de comunicar, solo hacemos hincapié en el contenido.

¿qué pasa que no es importante cómo lo digamos? ¿Cómo lo mostremos?

¿qué preferís?:

Primer ejemplo de mensaje:

te mando este archivo para que comiences a trabajar.

Segundo ejemplo de mensaje:

Hola Pepe ¿Qué tal el día?. Te mando a continuación un archivo, donde encontrarás las indicaciones básicas del nuevo proyecto en el que tienes que comenzar a trabajar. Si necesitas aclarar algún aspecto, acude a mi.

Un saludo y gracias. Ernesto Sánchez

Coordinador de Área

Venga no me digáis que os gusta más el primero que el segundo. Pero si el primer mensaje está tratando a la persona como si fuera un número, como si no tuviera sentimientos, como si no importase si se encuentra bien o mal, como si fuera una herramienta más para hacer un trabajo mas.

En el caso de que os guste más el primero os diré que no estoy de acuerdo. ¿Por qué?. Bien simple, pues porque me niego a que no me dediquen ni un poquito de humanidad a diario. Yo soy primero persona y luego trabajadora. Y es por ello que quiero que se cuiden las formas. No es lo mismo recibir un mensaje amable y cordial en el que se dan indicaciones para trabajar, que ver un mensaje totalmente insulso que ni saluda, ni nada.

Si ya se, que vosotros me vais a dar este razonamiento: esos mensajes se realizan de forma breve, para ahorrar tiempo y ser más eficaces. ¡YA y yo voy y me río de eso!. Estáis totalmente equivocados, y os diré por qué:

Al otro lado del ordenador hay personas, y un día pueden recibir un mensaje escueto del tipo 1, y hacer las tareas con normalidad, pero quizás un día se han levantado con el pie izquierdo, y resulta que leen el primer mensaje y les empieza a hervir la sangre. Al mismo tiempo reciben un mensaje cordial, en el que se les pide que hagan algo y se les saluda. ¿Qué hará dicha persona? – Está claro, empezará con la tarea que le ha propuesto el segundo mensaje.

RECORDAD UNA COSA – primero somos personas y luego trabajadores. Y no es conveniente escatimar tiempos en las formas, si queremos obtener buenos resultados a largo plazo.

Bueno y ahora al grano. Este artículo estaba enfocado a que se viera el peligro de las negritas, pero claro para entender esta segunda parte del texto, era necesaria la anterior introducción. Veamos entonces a qué me refiero.

Un día cualquiera me levanté por la mañana y de pronto en el trabajo surgieron ciertos problemas. Se intentaron resolver de distintas formas, pero no se consiguió. Al final recurrí al departamento que tenía que darme servicio en este sentido. Simplemente envié un mensaje pidiendo ayuda, porque necesitábamos resolver el problema cuanto antes. El mensaje era cordial, era amable, era educado y eso si, resaltaba ciertas partes del texto para ayudar en la lectura al receptor. Pero JA!

Me encuentro con que nadie respondió a mi mensaje de SOS y tuve que pedir un favor a otro profesional, para que me echara un cable.

Tres días después recibí una llamada del alto mando: Te voy a mandar un mensaje, léelo y sube.

Descargué con ansiedad mi bandeja de entrada y vi el mensaje de una tal Adriana Sordina, en el que manifestaba que estaba muy ofendida por el tono de mi mensaje al utilizar las negritas. ¡DIOS MÍO GRAN OFENSA!. Y todo porque el personal de su departamento no había hecho el trabajo y para excusarse, me devolvían la pelota. Vaya, vaya, resulta que su mensaje no era ofensivo, resulta que el hecho de que no hubieran hecho su trabajo, no era una ofensa, resulta que en vez de enviarme directamente el mensaje a mi y enviárselo al JEFE, no era una ofensa.

Si ahora vosotros diréis y qué..., pues nada, que las negritas son un peligro cuando se utilizan en el correo electrónico para resaltar algún texto, y hasta ahora no lo sabía. Y claro si mis negritas hacen tanto daño, Dios mío ahora entiendo por qué se producen los conflictos internacionales, por qué hay guerras, por qué hay gente que pone bombas. Está claro, porque en algún momento alguien utilizó las negritas para escribir un mensaje de correo, y evidentemente eso es ALGO ABSOLUTAMENTE PELIGROSO E INSULTANTE.

Concluyendo las negritas, pese a quién pese, no han hecho daño a nadie. Son un recurso para dar formato a los textos y que solo pretenden facilitar la lectura. Aquellos incultos, y prepotentes que desconozcan su funcionalidad y se sientan ofendidos, deberían reciclarse. Es decir, tendrían que comprarse todas las cartillas rubio, y los libros de vacaciones (Santillana por ejemplo), tal vez eso les facilite su trabajo diario, y por tanto una mayor eficacia del funcionamiento de sus neuronas.

Moraleja: Si la negrita te ofende, no leas, así se evitaran muchas guerras innecesarias. Y por favor, coge el próximo cohete a Marte, y busca agua. Eso si, habrá que pedir a la NASA a que no ponga negritas en los manuales de uso.

Con mucha negrita y amor, cuidemos nuestras formas de expresión.

Casandra

P.d: Si alguien lee este artículo, verá que no es la negrita lo que ofende, es la ironía del discurso. Y de todas formas el que se ofenda, me dará la razón, es decir, me obligará a pensar que el ser humano se ofusca por aspectos absurdos y por ello comete errores tan salvajes y degradantes cada día.

2 comentarios

Olga -

Buenos días Casandra,

Me ha gustado tu reflexión sobre las negritas, increíble la repercusión que puede tener algo tan simple como una negrita.

Igualmente me alegro de que no hayas utilizado las mayúsculas y es que siempre que estas aparecen me imagino una persona gritando como una desesperada (esto me pasa desde que un purista de estos temas me explicó que mis mayúsculas en un email le habían dejado sordo...) en fin que para gustos los colores... aunque estos - cuidado - también son poco acogidos entre los grises (no los de los 70 que perseguían por porras)ejecutivos que te escriben "te envío aquello" y se quedan tan panchos...

POR UN CORREO ELECTRÓNICO MÁS HUMANOOOOOOOOO!!!

Manuela Jimenez -

Querida Casandra,
Me alegro mucho que no usases las mayusculas para remarcar nada, sino hubiese sido un caso internacional casi equiparable los peores architectados por nuestros primos Norteamericanos.

Retorcidos los hay en todos los sitios, y si encima no se hacen cargo de sus responsabilidades, son una bomba de relojeria.

Yo tambien estoy de acuerdo que no se debe perder el trato humano en cualquier tipo de comunicacion por muy formal que esta sea.
Definitivamente la respuesta que se obtiene es infinitamente mas positiva.

Gracias por tu vision sobre las 'negritas' que podrian ser cursivas y bajitas, o rojas, o azules...

Una de tus admiradoras,

Manuela Jimenez